Uno de los rasgos contemporáneos de las poblaciones humanas a nivel mundial es el envejecimiento demográfico, el cual se expresa en el aumento de la proporción de personas mayores de 60 años. Actualmente esta población representa el 13,5% del total de personas que vive en Colombia con más de 6 millones de habitantes, se espera que para el 2050 esta proporción se duplique alcanzando cerca del 27,4%. Esto implica distintos retos para el país asociados a las demandas sociales, económicas y culturales que requieren el diseño de acciones orientadas hacia la integración y equidad intergeneracional en perspectiva de derechos.

En el año 2020 la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció su principal estrategia: “La Década del Envejecimiento Saludable 2021-2030”, con el objetivo de alcanzar y favorecer acciones para la construcción de una sociedad para todas las edades. La primera área de acción del plan tiene como propósito: “Cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos hacia la edad y el envejecimiento”, considerando que las relaciones con las personas mayores están mediadas por estereotipos, prejuicios y comportamientos discriminatorios que afectan su bienestar y profundizan las desigualdades, especialmente las de género y seguridad económica.

Con este curso se espera que las personas puedan avanzar en la comprensión del envejecimiento y la vejez a partir del conocimiento y análisis de los enfoques teóricos de la senescencia, los procesos de institucionalización del tema y las imágenes asociadas a la vejez. En la medida que se profundiza en el entendimiento del fenómeno se van controvirtiendo los estereotipos acerca de la ancianidad, por ejemplo, su equivalencia con la enfermedad, lo cual permite reconocer su heterogeneidad de acuerdo con el curso de vida, y valorar los múltiples aportes que esta población realiza a la sociedad.

El conocimiento y las reflexiones que surgen de este curso pueden ser útiles en dos sentidos, de una parte, permiten aportar a la discusión sobre los prejuicios relacionados con la edad que constituyen una de las principales barreras de integración para las personas mayores; y de otra, favorecen la elaboración de iniciativas colectivas o institucionales que contribuyan al desarrollo de proyectos o programas que reconozcan el valor y aportes de las personas mayores a sus entornos familiares y comunitarios.