Con el paso de los años el pensamiento estratégico ha ido cobrando protagonismo en los negocios como una herramienta que permite que la organización se desempeñe de una manera alineada, es decir, rigiendo sus actividades a la misión, visión y valores de la empresa. Esto último no solo permite que esta pueda alcanzar sus objetivos de una manera más eficaz y rápida, sino que también incentiva un ambiente de confianza y ayuda mutual. Para poder practicar el pensamiento estratégico es importante saber a dónde se quiere llegar, pero partiendo de dónde se está en el momento, pues solamente siendo conscientes de la situación actual es posible realizar un plan de acción que encamine a la empresa en el logro de sus objetivos.

Es así, que por medio de este tipo de pensamiento que las empresas que realmente son resilientes se encuentran en la capacidad de responder de manera satisfactoria a las demandas del entorno y a todos los cambios que se pueden presentar en este, por lo que se crea una ventaja competitiva.

Por lo tanto, el objetivo principal de este curso es conocer las formas en la que se puede desarrollar y aplicar el proceso del pensamiento estratégico en la organización para lograr cumplir cada uno de sus objetivos en el corto, mediano y largo plazo.